Todo aeromodelo tiene componentes básicos que deben ser conocidos en sus nombres y funciones para poder entender del tema, hacerlas consultas y captar por que un modelo logra volar y maniobrar.
Todo modelo se compone de:
- Un cuerpo, llamado fuselaje
- Alas o Planos
- Estabilizadores
- Superficies de control (elevadores, timón, alerones, spoliers, frenos, flaps, etc.)
También si el modelo ya tiene cierta complejidad, posee motor o sistema de impulso, tren de aterrizaje y electrónica para control o potencia.
Lo primero que identifica a todo aeromodelo son las alas, llamadas Planos.
Las alas son la parte fundamental de todo modelo, pues son las que definen las características del vuelo que tendrá el modelo. Entre más prolijamente construidas están, mejores prestaciones tendrán.
Un ala bien construída debe presenta simetría absoluta entre cada una de sus partes y estar perfectamente recta y a escuadra, evitando reviraduras.
Las alas de aeromodelos clásicas son las construídas con palos y costillas de madera de balsa.
El ala debe ser construída resistente pero liviana, ya que el modelo aplica sus fuerzas sobre esta estructura y por ser el elemento de mayor superficie, el peso de la misma debe ser mínimo.
La posición del ala da una idea del tipo de vuelo que realiza el modelo, siguiendo más o menos la siguiente regla:
Ala alta: Aviones de entrenamiento o de vuelo dócil y lento. Favorece bastante la estabilidad al estar el modelo suspendido de ella.
Ala media: Aviones muy acrobáticos y maniobreros, generalmente de velocidades altas.
Ala baja: aviones acrobáticos y de guerra, donde se logra un compromiso eficiente entre capacidad de carga y maniobrabilidad.
El tipo de ala, también es un indicador de las características del avión, siendo el ala recta la más sencilla y lenta, pero con a cual se logran las mejores capacidades de soportar peso y el ala en flecha y delta donde se privilegia la velocidad sobre otras características.
Diccionario visual básico.
